Conoce Alcalá
Alcalá la Real, tierra de frontera
Alcalá la Real, situada en la Sierra Sur de Jaén, es un lugar único para conocer la historia de Andalucía. Representa una posición de gran importancia estratégica en el sur de la península Ibérica por su papel de ciudad de frontera. Esta posición ha originado un continuo discurrir de culturas, gentes e intercambio.
Hoy en día, la ciudad se levanta a los pies de la Fortaleza de la Mota, monumento de origen árabe, y que con sus calles empinadas, casas señoriales, iglesias y detalles arquitectónicos, muestra el esplendor de su rico patrimonio histórico al visitante.
Alcalá la Real cuenta con numerosos yacimientos arqueológicos distribuidos por todo el término municipal, que comprenden el Neolítico Medio y Final, la Edad del Cobre, el Bronce Argárico y el Bronce Tardío, la cultura íbera, la época romana y la tardorromana.
Después los primeros pobladores islámicos llegaron a Alcalá la Real en el 713 d.C. Durante el reinado de Al-Hakem II (822-852 d.C.) cuando se edificó la red de atalayas para proteger el territorio de las invasiones de los pueblos del norte de Europa. El siglo XII fue el más brillante de la historia islámica de Alcalá la Real , pues su población llegó a ser independiente del poder africano, siendo el gobernador de la Fortaleza de la Mota Abd al-Malik.
Durante los siglos XIII y XIV fue sucesivamente conquistada por musulmanes y cristianos, estableciéndose definitivamente estos últimos en 1340, reinando Alfonso XI. En 1341 este rey funda una abadía de patronato real con jurisdicción propia e independiente; y es de este periodo de esplendor que quedan como ejemplo de construcción la Iglesia Mayor Abacial y el Palacio Abacial.
Fortaleza de la Mota
El conjunto monumental de la Fortaleza de la Mota está enclavado estratégicamente en la cumbre de un cerro, a 1.033 m. sobre el nivel del mar. Estas características, forma y situación, le confieren una visión predominante, a modo de perfecta atalaya natural.
La antigua ciudad amurallada o fortaleza contaba con edificios religiosos, administrativos y de gobierno, así como con centros comerciales y en ella residían desde las autoridades civiles y eclesiásticas al pueblo llano.
Red de atalayas
En las cercanías a Alcalá la Real se configuró un amplio dispositivo de atalayas cristianas y musulmanas, como llave del sistema fronterizo en la Baja Edad Media, poniendo en contacto castillos y ciudades como Alcaudete, Moclín y la propia Alhambra.
Las atalayas de la zona se diferencian en cuanto a tamaño, altura y fábrica constructiva. De forma tradicional se ha diferenciado entre atalayas cristianas y musulmanas, pero en origen, todas se construyen en momentos de apogeo de la presencia islámica, siendo utilizadas como elementos de comunicación entre las plazas y castillos que salpicaban el territorio.
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Casco histórico
Desde el descenso de la población del interior de la fortaleza a su ubicación actual, han sido muchas las edificaciones que se han realizado embelleciendo a cada paso el casco histórico de la ciudad.
Pilares del siglo XVI, iglesias, edificios modernistas, plazas con personajes insignes como eternos observadores o parques testigos de la vida desde hace generaciones. Un paseo por el casco histórico de Alcalá la Real y su museo arqueológico, nos ayudará a comprender el paso del tiempo y la evolución de un pueblo acostumbrado a vivir entre murallas.